El Talos original se encuentra en Calle Ignaci Iglesias, bastante céntrico, aunque para verano quizás te apetece más ir al Talos Platja, en el Passeig Marítim.

 

Solamente en la entrada ya notas el buen ambiente, y a medida que te van dirigiendo hacia tu mesa te das cuenta de que tiene la distribución de una casa antigua, conservando su esencia con las paredes de piedra. Una vez te sientas y ves la carta, empiezan las dudas ¿Qué pido? 


Tienen bastantes opciones para picar que van renovando. Son muy recomendables las Bravas Talos, patatas con una base de cebolla caramelizada y allioli a un lado. También para picar los "pintxos de l'avi", con queso fundido y cebolla.

 

Como plato principal, tienen bastante variedad en su carta: ensaladas, pizzas de coca o torradas, algún plato de pasta, carne o pescado, y lo que más abunda: sus hamburguesas, el problema aquí es ¡cuál elegir!


Cuando llega el momento del postre se hace difícil resistirse a alguno, en especial al coulant de chocolate blanco.

A partir de una hora determinada, las luces se oscurecen y suben el volumen de la música ¡Ha llegado el momento de tomar una copa! Tienen variedad en cocktails, gin tonics y otras bebidas.


En Talos Bar encontrarás un buen ambiente, es un lugar recomendable tanto para invierno como para verano, el servicio es atento y muy simpático. Las raciones son correctas, la comida está muy rica y el precio es asequible.

 

El local abre hasta las 2.30h, es ideal si tenéis una cena con amigos o para parejas. Eso sí, no os olvidéis de llamar antes para reservar (sobretodo los viernes o sábados noche) si queréis aseguraros la mesa.

 

 

Artículo desarrollado por  > Ana Murillo <